♦ Por la parte de los funcionarios públicos, no conozco a Loreto Ariz, la arquitecta jefa del Servicio de Obras, pero todos me dicen y aseguran que es otra honesta y rigurosa profesional… Si conozco que creo no equivocarme cuando digo que al arquitecto Epifanio Gómez, a nobleza y honradez muy pocos le pueden ganar… Y por último, no conozco a Candelaria Benítez, una persona a la que también sus colegas me tachan de íntegra… Todos los que he nombrado (más o menos conocidos) como los propios magistrados o fiscales, los peritos (que quizá, a veces, pueden no dominar el tema), ustedes que leen El Cotarro o yo mismo que lo escribo, nos podemos equivocar… Pero desde luego, los actualmente condenados no dan (para mí) el perfil de delincuentes… Y lo digo, reitero, respetando a la Justicia y sus procedimientos, en los que, por cierto, también puede haber errores… Estoy seguro de que los magistrados saben que pueden tenerlos, saben reconocerlo, saben entonar el “mea culpa” y, en su caso, corregirlos con total profesionalidad. Y creo que, de seguir así las cosas y no corregirse esos posibles errores, ninguna persona medianamente seria, profesional, honesta y trabajadora, va a meterse en política y, por su lado, los serios y rigurosos funcionarios públicos de carrera pueden paralizar la gestión de una corporación local ante el temor de verse inmersos en esa posible… cadena de errores. Ojalá que, si los ha habido, se corrijan.
Gran plaza de Perrault sin el “mamotreto”, porque “desaparecería”… quedando debajo