Tengo claro que el presidente Ángel Víctor Torres se la ha jugado apostado fuerte y decididamente por Conrado Domínguez, plantando cara a las presiones de muchos de su propio partido, tanto en Gran Canaria como en Tenerife. Muchos (o quizá no tantos) personajes «influyentes», que muchas veces continúan viendo fantasmas donde seguramente no los hay, y sabiendo, además, que, lamentablemente, en el PSOE actualmente no tienen personas preparadas (me consta que sí las tienen) o bien, las que hay, por razones que sería interesante analizar, no quieren entrar en Política y se niegan a aceptar un cargo, por muy relevante que éste pueda ser, y al margen de los potenciales sueldos, que no llegan a compensar los sacrificios (personales, familiares y profesionales) que dichos cargos conllevan. Por ello, más de un miope (o mediocre) socialista, y unos cuantos más en Podemos, se mosquearon y plantaron… pero sin éxito final, a pesar de las amenazas y posteriores dimisiones de Jesús Morera (hoy ya exgerente del Hospital Doctor Negrín) y Ricardo Redondas (hoy ya exdirector de Atención Primaria en Gran Canaria).
Jesús Morera, ex consejero de Sanidad y hoy ex director del Hospital Dr. Negrín.