MAGNÍFICO GESTO DE LA TERRAZA CARAMBOLA

Siguiendo con nuestro Ejército y aunque ya haya salido por todas partes, no me resisto a reseñar también en El Cotarro el noble y magnífico gesto de José Hernández Camacho, propietario de la “Terraza Carambola”, en la palmera calle Díaz Pimienta de Los Llanos de Aridane, y de sus empleados. Durante los días de dura lucha contra el felizmente ya pasado incendio que afectó al norte de la isla La Palma, unos miembros de la Unidad Militar de Emergencias (U.M.E.) descansaron un rato y se fueron a tomar un “mantente en pie” en la mencionada cafetería “Terraza Carambola” y en el momento de ir a pagar su consumición se encontraron con una grata sorpresa. Una de sus empleadas, al parecer llamada Natalia, les había servido tres cafés con leche, una tostada de aguacate con salami y una tostada con jamón serrano, consumición que no sé cuánto costará. Lo cierto es que, en el oportuno recibo apareció un concepto denominado “Héroes sin capa” por importe igual a lo consumido, por lo que el total del recibo paso a ser cero. Todo un detallazo.

Uno de los miembros de la U.M.E. trabajando en el pasado incendio de Gran Canaria

INVITACIÓN A LOS “HÉROES SIN CAPA” DE LA U.M.E.-

Y es que la buena gente de la Terraza Carambola” se percataron que eran militares pertenecientes a la U.M.E. y quisieron tener un detalle con ellos por tanto trabajo en defensa de La Palma y sus montes, invitándoles a la mencionada consumición. Lo especialmente bonito fue que, en el concepto del descuento pusieron lo de “Héroes sin Capa”, dejando clarito que, muy especialmente los miembros de la U.M.E. al igual que los militares de los ejércitos de España que están lejos en misiones de paz lejos de su tierra, se juegan la vida en defensa de la paz y la libertad y son, efectivamente, unos auténticos héroes sin capa. Por tanto, hay que valorar y felicitar a la “Terraza Carambola” por ese gesto de reconocimiento y agradecimiento a la UME, que honra a José Hernández Camacho y a todo su equipo. El hecho se puso en las redes sociales con la foto que les acompaño y, como no podía ser de otra manera, se hizo rápidamente viral. La próxima vez que vaya a los Llanos de Aridane, prometo que voy a consumir a la “Terraza Carambola”, y espero que ustedes también lo hagan.

Recibo de la Terraza Carambola, donde se refleja el gran gesto hacia la U.M.E.

UN TINERFEÑO CON MÁS DE 25.000 HORAS DE VUELO

No todos los días un tinerfeño alcanza como comandante los mandos del avión más grande de la flota de Air Europa. Lo acaba de lograr hace unos días José Guillermo Hernández Pérez, un lagunero (de Las Canteras, para más señas) que sobre sus hombros lleva ya casi 35 años volando en los que, trabajando como comandante, ha realizado la friolera de 21.000 horas de vuelo. Hace unos días, en la cabecera de la pista 30 de Los Rodeos se dieron cita muchos amigos de José Guillermo, algunos de ellos spotters(aficionados a la fotografía aérea) para inmortalizar su primer aterrizaje a los mandos del inmenso Boeing 787-9 Dreamliner, una joya de la aviación comercial que Air Europa reserva para los comandantes más veteranos y experimentados. Ha sido la culminación (por ahora) de una larga y exitosa trayectoria profesional de altura (nunca mejor dicho) que comenzó allá por el año 1986. Su primer vuelo como alumno piloto lo realizo el 27 de octubre de 1986 con un gran instructor y comandante de la extinta Spanair, José María “Jota” Paúl Navarro. 27 años después y exactamente el mismo día, “Jota” volvía a instruirle, pero, esta vez, para volar un Airbus A330. Las vueltas de la vida.

El tinerfeño José Guillermo Hernández Pérez, ya es comandante del 787-9 Dreamliner. Foto tomada en el mismo momento en que el inspector le daba su OK.

DE LA PIPER AL GRAN BOEING 787-9 DREAMLINER

El primer avión que voló José Guillermo fue una Piper Tomahawk que pesaba 512 Kilos y el Boeing 787 Dreamliner para el que le acaban de habilitar, hace unos días, pesa 254.000 kilos. Nuestro puntal empezó en el Aeroclub de Tenerife y fue en Los Rodeos donde se soltó como piloto privado. Luego a Dallas (USA) para sacar la licencia de Piloto Comercial, de Multimotores y de Vuelo sin Visibilidad (IFR) americanas. Años después volaría muchas veces a Los Rodeos como instructor en el Boeing 737. Época donde aprendió mucho, enseñando. Época donde estuvo totalmente implicado en la operativa de Air Europa. Días muy bonitos para un piloto de vocación, como se considera José Guillermo Hernández. Diez años después de su primer vuelo y en el año 1996, siendo instructor en varias escuelas, le llamaron de Air Europa. El hombre no se lo creía y aun no se lo cree, pues fue la ilusión desde que era muy pequeñito. De hecho, en el colegio le llamaban “el avioneta”. Mucha gente le conoce por “Guille el Avioneta”.

Un joven José Guillermo junto a la Cessna 150 con la que aterrizó de emergencia en una autopista americana de noche orientado por las luces rojas de los coches.