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Hasta ahora no existía un lugar donde poder distribuir la comida en buenas condiciones, para no hacerlo en las mismas aulas o al descubierto, sino de forma organizada y mejorando las condiciones higiénicas y sanitarias. Un reto para hacerlo en colaboración con la Fundación PROYDE, ONG para el desarrollo vinculada a los Hermanos de las Escuelas Cristianas-La Salle. Se trataba de construir un “edificio” con tejado a un agua y abierto en la parte superior, para que corriera el aire. En el interior, mesas para distribuir los alimentos repartidas en cuatro espacios. ¡O sea, la “Cantina Tenerife”, en Mbalmayo!… La historia de este apasionante y a veces complicado mes, ha sido relatada en un blog por el propio hermano Maximiliano Nogales y las aportaciones de los propios jóvenes (con magníficas, curiosas y simpáticas fotos) ¡No tiene desperdicio! Uno de los días del relato, Maxi Nogales nos presenta a todos y cada uno de los chicos y chicas tinerfeños miembros de la expedición y conocerles da gusto, orgullo, hasta sana envidia y, por supuesto, ganas de presumir de ellos. No se lo pierdan por nada y vayan al enlace: http://voluntariado.proydemadrid.com/?cat=3

La solidaria cantina “Tenerife” en Mbalmayo (Cameroun) casi terminada.

Los tinerfeños junto con sus anfitriones y algunos agradecidos nativos, delante de la “Cantina Tenerife” construida por ellos y ya terminada.

Como cuenta Maxi Nogales textualmente en el blog: “Se trataba de vivir una experiencia de voluntariado en la que compartimos la vida con voluntarios lasalianos de otra cultura, una vivencia que permitirá contrastar nuestras vidas con las suyas para sacar lo mejor de ambas. La convivencia entre los voluntarios españoles ha sido uno de los puntos fuertes del proyecto. Un grupo tan numeroso, no ponía las cosas fáciles, sin embargo, estamos satisfechos y felices por lo compartido, nos hemos enriquecido mutuamente y hemos creado unos lazos de amistad fuertes, que nos dejarán unidos para siempre”. Sin duda ¡misión cumplida! y… ¡enhorabuena por ello!

Caras de satisfacción (y yo diría que de merecidísimo orgullo)

¡Misión cumplida!… Magnífica labor solidaria hecha por estos jóvenes del colegio La Salle-San Ildefonso en Cameroun.

Otra buena gente que también se ha ido de “misión”, pero diferente, son los componentes de la comparsa lagunera Los Joroperos que, sabrosamente alimentados con embutidos de Egatesa, que les acompañaron por media Francia el pasado mes de junio, triunfaron en el circuito automovilístico de la Sarthe, animando la presentación oficial de los pilotos participantes en sus famosas “24 Horas de Le Mans”. Tan magníficamente lo hicieron y tan contentos quedaron los organizadores y máximos responsables del internacional circuito, que el presidente y director de la comparsa, el incombustible y desinquieto Fernando Hernández García, ha recibido una comunicación oficial, invitando otra vez a Los Joroperos, para que repitan y estén de nuevo el año que viene en la salida de las próximas “24 horas”.

Componentes de la comparsa Los Joroperos en el paddock del circuito de Le Mans con la promoción de Turismo de Tenerife y las carnes y embutidos de Egatesa.

La felicitación debe ser por partida triple, porque Los Joroperos tienen una triple dimensión. Son comparseros cuando cantan y bailan en la galardonada comparsa, o cuando, ¡asómbrense! van contratados a una boda (sobre todo cuando se casa un peninsular con una canaria, o viceversa, porque los invitados peninsulares se quedan encantados). Son grandes cocineros cuando, también con el chef Fernando Hernández reconvertido en jefe de cocina, colaboran en la elaboración de comidas multitudinarias, como lo hicieron para Pedro Molina y su buena gente, en la pasada Feria de Ganado de San Benito, cocinando costillas con papas y piñas de millo para más de 500 personas. Y ahora, además, cantan en una pequeña coral que, con el nombre de “Espacio Global” ya está dando magníficos conciertos. Todo un sabroso ejemplo de carnaval, cultura, gastronomía y diversión. ¡Felicidades!