Concluyo El Cotarro de hoy con una noticia “agridulce” pero que, deseo y espero, sea en su conjunto, para más y mejor. Uno de los puntales de nuestra querida, reconocida y respetada empresa, Pastelería Díaz, el incansable Antonio Díaz Cazorla, va a dar un cambio a su vida profesional y en unos días se desvinculará de la empresa familiar, para emprender una apasionante aventura personal y profesional en solitario. En Pastelería Díaz sigue activo, y seguirá estando siempre presente cuando se jubile (aunque sea de forma virtual y dando siempre sus sabios consejos) su fundador y “alma páter”, Antonio Díaz, junto con su esposa y “alma mater”, María del Carmen Cazorla. Y de forma directa, en el día a día, seguirán llevando la empresa sus dos hijas, Candelaria y Carmen Díaz Cazorla, que siempre han estado cerca del negocio familiar. La noticia es agridulce porque Antonio Díaz Cazorla da un paso a un lado, pero es dulce porque, seguro, ahora vamos a tener dos grandes empresas con el apellido Díaz por bandera.
Antonio Díaz Cazorla se independiza y, a partir de ahora, se dedicará al 100% al restaurante de la Casa del Vino y a nuevos y apasionantes proyectos propios.