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Y por lo que se ve, otros culos (políticos, repito) que ellos solitos están buscando leña, son el del consejero canario de Sanidad, el neurocirujano Jesús Morera Molina (PSOE), el del director del Servicio Canario de la Salud, Roberto Moreno (PSOE) y, por extensión el de la vicepresidenta Patricia Hernández (PSOE). No me negarán que, como máximos responsables de la Sanidad canaria, ellos son en principio, los que ha dejado que se descontrole el gasto y que, según el presidente Fernando Clavijo (CC), el desvío es ya de 50 millones de euros y podría llegar a los 150 millones si se mantiene el actual ritmo de gasto. Creo que no puede el consejero Jesús Morera pretender que la leña la reciban los culos de los gerentes de los hospitales públicos canarios, porque está en su sueldo (en el de Jesús Morera y en el de Roberto Moreno) controlar, en su caso, a los mencionados gerentes.

De izquierda a derecha: Jesús Morera, Patricia Hernández y Roberto Moreno, visitando una instalación sanitaria en Canarias.

Hay que tener memoria histórica y recordar que, si no estoy equivocado, fue el propio consejero Jesús Morera quien, en el acto de su toma de posesión del cargo, manifestó que la Sanidad canaria, más que dinero lo que necesitaba es buena gestión. Esto fue hace ahora más de un año y en este tiempo y Morera ha tenido tiempo para gestionar y tomar decisiones para mejorar la cosa. Pero igual resulta que, a lo peor, se ha “columpiado” en decisiones como las de aflojar en lo de las llamadas “horas paulinas” (en “honor” a Paulino Rivero) que el año 2012 el Gobierno canario (CC-PSOE) se sacó de la manga. Este último año y por decisión de Jesús Morera (no sé si para contentar a los sindicatos, en especial a UGT) parece lo de las “paulinas” ha cambiado. Esto ha llevado a tener que pagar horas extra por un tubo, que, entre otras cosas, habrán puesto su granito de arena en la desviación presupuestaria. La consejería depende del PSOE y, ya puestos a buscar responsabilidades en el escalafón socialista, la vice Patricia Hernández debería haber controlado más y mejor a Jesús Morera y los suyos. ¿O no?

Fernando Clavijo y Patricia Hernández, cuando ella estaba embarazadísima y el descontrol de gastos en la Sanidad no se había desmadrado.

Si no terminan de “encarrilarse” en el gasto, me pega que, aunque Fernando Clavijo no es cirujano, va a meter bisturí y, a lo peor, cortar por lo sano (léase cesar a Jesús Morera) mal que le pese a la “enfermera” Patricia. El presidente es capaz de tomar decisiones drásticas como, salvando las distancias, la que tomó el pasado martes por la noche, que cogió desde La Gomera un barco de noche cerrada para poder estar “de amanecida” en la güimarera Bajada de la Virgen del Socorro”. Tanto que lo pudimos ver con la camiseta oficial 2016 de la “Bajada al Socorro” en la tradicional cita de las cinco de la mañana (antes de la misa) en el popular bar “El Puente”, donde el incansable empresario Francisco “Paco” Gómez ejerce de anfitrión sirviendo un caldo picón de película, a la vez que unos tremendos platos de carne de cabra con papas que, acompañadas con un buen vino, configuran a esa hora un desayuno de lo más “light”. Allí pudimos obtener la foto que les pongo en exclusiva, junto con Carlos Alonso, Efraín Medina y el también empresario y “alma páter” de Canaauto y BMW en Tenerife, Antonio Armas Caraballo, “Cónsul Honorario de Gran Canaria” en nuestra isla (aunque, como Soria, si tiene que renunciar, renuncia)

De izquierda a derecha: Fernando Clavijo, Carlos Alonso, Antonio Armas Caraballo y Efraín Medina, de amanecida en el bar El Puente de Güímar.

Aunque uno es y ejerce de lagunero profundo, no me duelen prendas reconocer públicamente que el alcalde santacrucero, José Manuel Bermúdez, y todo su equipo se lo montaron del diez, para presentar el pasado martes en el Teatro Guimerá la nueva marca de Santa Cruz de Tenerife que, con el eslogan de “El corazón de Tenerife” ha desarrollado el prestigioso diseñador gráfico Pepe Valladares. El acto comenzó con un susto porque los que tenían que montar el cátering para el cóctel posterior, hicieron saltar los fusibles y se quedó el escenario sin luz. A Bermúdez casi le da un síncope si no llega a ser por su teniente de alcalde, Alfonso Cabello, y su jefa de gabinete, Noemi Carrera, que pilotaron la crisis energética con diligencia. Sinceramente, el acto y sobre todo su contenido, merece ser visto por todos los chicharreros. Me permito sugerir a Bermúdez y al director de la Televisión Canaria, Santi Negrín, que cojan la grabación y se emita como un reportaje o documental. Vale la pena.

José Manuel Bermúdez en el momento de la aparición de la nueva marca para la cocapital.