Aquel mes de septiembre de 1994, hacía como unos tres años que llevaba preparando durante mis vacaciones en mi pequeño refugio de La Punta del Hidalgo lo que, como dije en su día, espero que termine siendo mi primer libro, al margen de la ya conocida Guía Gastronómica de Tenerife y su Provincia, que felizmente, en 1997, se convirtió en la primera guía gastronómica editada en Canarias. Fue en 1991, el año que nació mi única hija, María, y la idea del libro era que ella y quien lo leyera, conocieran algo más de la idiosincrasia lagunera. Si algún día ese libro pendiente termina haciéndose realidad, como esperaba y sigo esperando, será gracias a un montón de buenos amigos como Eufrasio Pérez “Fafín”,Emilio González Antón “El Pupi”, Ramón Mario “el de La Oficina”, Pablo Reyes Núñez (el hijo de Domingo Reyes“El Practicante”), José Luis del Castillo “Garabote” y hasta don Victoriano Ríos, que es de la familia de “Los Porrones”… Emilio González, Domingo Reyes y Victoriano Ríos, ya tristemente fallecidos, pero permanentemente en el recuerdo de todos.
La Plaza del Cristo en la fiesta de septiembre, cuando ésta todavía era toda de tierra.