Entonces comencé una segunda redacción apuntando que el presidente canario, Ángel Víctor Torres(PSOE), y su consejero del ramo, Blas Trujillo Oramas, tenían una «papa caliente» a la que tenían que hacerle frente de forma urgente y que, de los tres temas absolutamente urgentes: Sanidad, Turismo/Economía y Educación, el primero a tratar era tranquilizar las aguas en Sanidad y, definitivamente, plantarle cara a la crisis del COVID-19 con profesionalidad y rigor. Y cuando estaba en ello, salta la noticia del posible relevo de Alberto Pazos como director del Servicio Canario de la Salud (SCS) para volver a poner al frente del mismo a Conrado Domínguez Trujillo. Y me vuelven a fastidiar lo redactado y retomo una tercera redacción, para manifestar que, de forma inteligente y valiente, Ángel Víctor y Blas han querido «meter mano» al problema nada más comenzar este nuevo «curso político». Me refiero al hecho de rectificar (que es de sabios) y volver a recuperar a Conrado Domínguez y nombrarlo, de nuevo, director del SCS
Blas Trujillo (i), consejero de Sanidad, y Ángel Víctor Torres, presidente de Canarias.