PIDIÓ A LOS POLÍTICOS HABILMENTE

Todo lo consiguió estudiando mucho las cosas, repensando cada idea y razonando cada proyecto (aunque más de una vez le traicionaran hipócritamente). Le echaron en cara que el ex-presidente del cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, era su amigo y que le daba todo lo que quería (poco menos que dando a entrever que estaban “compinchados”) pero Pedro siempre decía que él estudiaba y sabía hasta dónde podía llegar Ricardo y lo que le podría dar, y entonces solo le pedía aquello. Con todos los políticos hacía lo mismo. Y siempre le funcionó.

Fernando Clavijo Batlle (i), Pedro Molina (c) y su “hermano” Santiago Cacho Peña.

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