No puedo terminar esta edición de El Cotarro sin dejar reflejado por escrito una idea, una sugerencia y, si me lo permiten, hasta un ruego a Carlos Alonso y su equipo, a la vista del caos circulatorio y atasco mayúsculo habido en la autopista TF5 de Tenerife el pasado viernes, coincidiendo con el cierre de los accesos a La Laguna por El Coromoto y San Benito, a causa de la remodelación de las nuevas rotondas que allí se están ejecutando. Es lamentable, es vergonzoso, es indignante ver cómo a media tarde la obra queda parada y que los fines de semana tampoco se trabaja en ellas. Por favor: pongan unos focos y trabajen en tres turnos las 24 horas al día. Y en vez de tardar tres meses en concluir las obras, igual podemos acabarlas en tres semanas. Y todo el sobrecoste que pudiera suponer lo ganarán con creces en la salud de los sufridos conductores y, si me apuran, lo ganarán hasta en votos. O, como dice el mago, a la viceversa.
EL CRISTO VUELVE A HACER… “MILAGROS”
Como ya pasara cuando se restauró la Sagrada Imagen del Santísimo Cristo de La Laguna (exitoso proyecto para la que se unieron cuatro instituciones), el pasado viernes pudimos ver otros “milagros” que, sin duda, habrá que atribuir (una vez más) al venerado y milagroso Cristo moreno. El propio alcalde lagunero, José Alberto Díaz Domínguez fue más que sincero cuando dijo que “los servidores y administradores de lo público estamos para unir esfuerzos y conseguir cosas”. Y es que cuando las fuerzas se unen para bien, las cosas salen de maravilla y por ello ya hoy es una gozada ver cómo ha quedado el Real Santuario del Cristo, después de su ejemplar rehabilitación, dirigida por el arquitecto Alejandro Beautell y realizada por la profesional y buena gente de la constructora de Víctor Rodríguez e hijos, especializada en restauración de inmuebles históricos.
La Sagrada Imagen del Stmo. Cristo de La Laguna, entrando el pasado viernes por la puerta grande de su renovado Real Santuario.
CUANDO LAS FUERZAS SE UNEN PARA BIEN
Como dijo muy acertadamente Francisco Javier Doblas González de Aledo, actual Esclavo Mayor de la Pontificia Real y Venerable Esclavitud del Stmo. Cristo de La Laguna, detrás del presidente del Gobierno de Canarias, del presidente del Cabildo de Tenerife, del alcalde de La Laguna y hasta del Obispo Nivariense (a los que agradeció lo hecho), están personas que viven y sienten (remarcó lo de personas) como Fernando Clavijo, Carlos Alonso, José Alberto Díaz y Bernardo Álvarez, respectivamente, que juntos desde sus cargos y remando en el mismo sentido, como ha sido en este caso, han sabido trabajar y han logrado aunar esfuerzos y motivar a sus respectivas corporaciones y los distintos profesionales que trabajan en ellas, en pro de conseguir un objetivo común. Tal y como vemos muchas veces la política actualmente, sin duda, la unión de cuatro administraciones (Iglesia, Gobierno, Cabildo y Ayuntamiento) para conseguir la mejor y más rápida restauración del Real Santuario, que ya vemos y celebramos, es otro “milagro” del Cristo.
De Izda. a Dcha.: Carlos Alonso (presidente del Cabildo de Tenerife), Francisco Doblas (Esclavo Mayor), Daniel Padilla (Rector del Real Santuario), Bernardo Álvarez (Obispo Nivariense), Fernando Clavijo (presidente del Gobierno de Canarias), José Alberto Díaz (alcalde de La Laguna) y Carlos Palacios Zaforteza (nuevo Capitán General – Jefe del Mando Militar de Canarias).
EL OBISPO HABLÓ MENOS DE 15 MINUTOS
Rectificar es de sabios y, si un día en esta misma sección de El Cotarro me hice eco (siempre con cariño y respeto) de la tendencia de nuestro obispo, Bernardo Álvarez, a enrollarse y extenderse en sus homilías y sermones, hoy rectifico y digo que monseñor también ha sabido rectificar… o que el Cristo lagunero ha hecho otro “milagro”, en este caso “homilético”. Y es que, en la homilía del pasado viernes, en la que junto al estreno del renovado Real Santuario se abría en el templo el Año Santo Jubilar por la celebración de 500 años de la presencia del Cristo en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, Bernardo Álvarez, empleó en su homilía tan solo 14 minutos y 53 segundos. O sea, ¡¡menos de un cuarto de hora!!. Y, además, fue dinámica, directa, sencilla, pedagógica y enriquecedora. Un sacrificio (que se agradece) por parte de Bernardo Álvarez y lo dicho, de alguna manera, otro “milagro” del Cristo… Ojalá que don Bernardo no pierda las mañas y siga bajando de la marca de los 15 minutos.
El Obispo Bernardo Álvarez (d) entrega la llave del tempo al Esclavo Mayor, Francis Doblas (c), en presencia del rector del Santuario, Daniel Padilla (d) mientras en el fondo aplaude el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo. (Foto: Toni Cedrés)



