Nada más entrar en el Puerto de la Cruz percibo una dejadez en el municipio que lidera como alcalde Lope Afonso. En la entrada por la carretera del Botánico, cuatro banderas flanquean a un gigante cartel con el nombre de “Puerto de la Cruz”. La bandera canaria, al igual que la de España, Tenerife y la propia del Puerto están en un triste y lamentable estado. Sucias, descoloridas, deshilachadas. Para tenerlas así, señor Lope, mejor dejar los mástiles vacíos… o quitarlos. Sin embargo, llegando al casco, me veo al restaurante El Chinyero engalanado con motivo del Dia de Canarias y dos tremendas banderas de nuestra comunidad, ¡dos y grandes…, pero distintas!

La bandera de Canarias actualmente “oficial” aprobada por nuestro Parlamento

Lo dicho, no una sino dos. ¿No quieres caldo?, pues toma dos tazas. Dos banderas canarias para (imagino) un pueblo dividido sentimentalmente… ¡una con las siete estrellas verdes y otra con el escudo de los perros!.. Supongo que una le gustará más a Fernando Clavijo y otra a Asier Antona, pero creo que gran parte de la ciudadanía canaria tiene el “corazón partío”. Y lo cierto y verdad es que en unos sitios ponen una, en otros la otra y en muchos ni la una ni la otra, sino la de los tres colores, sin más… y muchas veces, encima, con las franjas en sentido horizontal… ¡País!

Bandera canaria con las 7 estrellas verdes, adoptada por algunos partidos como “suya”

Ya en el Puerto me encontré que iba a realizar un “paseo romero” y de nuevo pude ver el desmadre (y falta de respeto) que hay con nuestro denominado y generalmente aceptado como “traje tradicional o traje típico” y popularmente conocido como el “traje de mago”. No entro en el debate (creo que absurdo, mediocre, interesado y cansino) de si es una vestimenta colonialista. Supongo que acreditadas figuras de la etnografía y de la recuperación de nuestra vestimenta típica como Juan de la Cruz o Luis Dávila, (y hasta Alfred Diston si levantara la cabeza) se harían el “harakiri”. Si nuestros jóvenes (y no tan jóvenes) vieran el amor, el respeto, el cuidado y el rigor que tienen los escoceses por su tradicional traje nacional, aprenderían de verdad… O no.

Trajes de Canarias en un bonito trabajo hecho por el Aula Enclave del IES Cruz Santa

Es de vergüenza ver a más de un impresentable (como el del dibujo) luciendo nuestro traje típico en una romería o baile de magos. Impresentable el vaquero de pitillo remangado y mucho más las bermudas. Vergonzosa la camisa blanca del esmoquin de fin de año. Surrealista la bufanda roja utilizada como fajín. Chocantes los tenis marrones sin calcetines y mucho más los Nike. Fuera de lugar el sombrero pajizo de propaganda con publicidad de una marca de bebidas. Sobrantes las gafas de sol Ray-Ban y, para rematarla y fastidiar a la ciudadanía, se van de “botellón” cuando no han probado un vaso de vino “del país” en su vida. Celebro que alcaldes como Paco Linares, en La Orotava, hayan emprendido una cruzada en favor de cuidar y respetar lo nuestro.

Todo un atentado contra lo que entendemos por nuestra vestimenta tradicional.