En la Cámara de Comercio de Tenerife hace más de seis años que no se convocan elecciones, pero la renuncia del empresario José Luis García Martínez propició un cambio interno en la presidencia. Uno de los vicepresidentes de la Cámara (pero con mucha vinculación con la CEOE Tenerife) propuso como posible candidato (dando por hecha la cosa) a un prestigioso ejecutivo de una importante empresa, pero que no era (ni es), precisamente, empresario. Comentado el tema con Jorge Alexis Marichal González, empresario y presidente de Ashotel, éste le sugirió como alternativa que se presentara “el jefe del empleado”, a la sazón el sí empresario Modesto Campos Castro (Cenvest, Hormigones Tauce y otras empresas), quien de entrada no aceptó la propuesta. Así las cosas y con el consenso de la directiva de Ashotel, Jorge Marichal propuso como candidato alternativo al bueno de Santiago Sesé Alonso (franquicias de Benetton, Hotel Príncipe Paz y otras empresas) magnífica persona, muy serio, sobradamente preparado y totalmente respetado.

Modesto Campos Castro

Por razones que desconozco, parece que Modesto Campos decidió más tarde aceptar el reto de presentarse, con lo que, sin querer, todos se encontraron con que había dos gallos optando para presidir un mismo gallinero. Hablada la cosa con puntales de peso en las dos organizaciones (Cámara y CEOE) se habló de sacar de entre ellos dos un candidato de consenso y, para ello, se nombró una comisión mediadora en la que estaban, entre otros, el propio Jorge Marichal y Paco Gómez. Me cuentan lo mismo por lados diferentes: Modesto Campos estaba dispuesto a llevar a Santiago Sesé como vicepresidente, pero en ningún caso estaba dispuesto a ceder la presidencia. En esta impuesta tesitura, la comisión no vio otra mejor solución que ir con los dos gallos a la votación y que los miembros del plenario de la Cámara eligieran. Para ello (muy importante) en las dos instituciones se dio libertad de voto (al menos teóricamente) con el conocimiento y acuerdo explícito de José Carlos Francisco (presidente de CEOE Tenerife)

Jorge Marichal González

Dije que se había dejado “libertad de voto” pero, por muchos lados, me aseguran (con pruebas) de que hubo claras presiones desde la CEOE para que se votara a Modesto Campos. El día 20 del pasado mes de diciembre, 46 de los miembros del plenario de la institución con derecho a voto lo ejercieron y, con solo 23 votos a su favor, frente a los 22 de Modesto Campos (y uno en blanco) Santiago Sesé Alonso se convirtió democráticamente, en buena lid y por derecho propio, en el nuevo presidente de nuestra Cámara de Comercio de Tenerife. Me dicen que Modesto Campos aceptó resignadamente la obvia derrota y felicitó caballerosamente a Santiago Sesé. Pero también me dicen que otras personas quizá no encajaron el resultado final… y siguen sin encajarlo… Y quizá, hasta “juraron” venganza. Por cierto: los vicepresidentes anteriores han puesto su cargo a disposición de Santi Sesé. Bueno, todos no. Todos menos uno: Pedro Alfonso.

Santiago Sesé Alonso

Pasó la Nochebuena, la Nochevieja, el día de Reyes y en un movimiento y decisión que todavía hoy muchos no entienden, José Carlos Francisco decidió (estatutaria y reglamentariamente lo puede hacer, como presidente de CEOE Tenerife que lo es) cesar como miembros de su Comité Ejecutivo solo a tres de los 25 empresarios que lo conforman: Francisco Gómez Méndez, Martín García Garzón y José Luis García Martínez. Tres grandes empresarios de prestigio, gran trayectoria y un peso (económico, político y de generación de puestos de trabajo) que trasciende de Tenerife y Canarias. Además (menos lo entiende mucha gente) el anuncio del cese fue realizado no precisamente guardando las mínimas formas de elegancia al uso en estos casos. Al bueno de Paco Gómez se lo dijo José Carlos Francisco cinco minutos antes de comunicar su cese a la Junta Directiva, y Martín García se enteró por Paco Gómez. Y muchos miembros del propio Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva de la CEOE (hoy absolutamente indignados y cabreados) se enteraron por los medios de comunicación. Algunos me han manifestado, textualmente, que “ha sido un gol en fuera de juego, metido con muy mala leche”.

Paco Gómez Méndez (i), Martín García Garzón (c) y José Luis García Martínez.