Me he enterado de que hace no más de quince días, Juan Francisco Capote ha sumado un nuevo destino y una fotografía más, a su particular vuelta al mundo con la camiseta del Tenisca, con su visita a Turquía. La prueba en primicia exclusiva la tienen ustedes en esta página, con nuestro veterinario palmero en Ankara, delante del photocall del congreso organizado por la Türkiye Damizilik Kpyun Keçi Yetistiricileri Merkez Birligi (Tüdkiyeb) o, lo que es lo mismo, la Unión Central de reproductores ovinos y productores caprinos de Turquía. Pero como en la querida isla de La Palma ya se sabe que hay mucha gente inteligente y sabia, que suele descifrar gestos, detalles y hasta mensajes en otros idiomas), ya se han acelerado a comentar que la bandera roja que está al lado de Juan Capote, además de ser la de Turquía es, con su color rojo, un claro homenaje al Club Deportivo Mensajero. Y para rematar la cosa, el cartel que se puede apreciar en la parte de abajo en la foto, según asegura el también ilustre palmero, José Luis Perdigón (al parecer experto traductor del turco) contiene la frase “Corum Kargi Tulum Peyniri” que, como todo el mundo sabe, en castellano quiere decir “¡Viva el Mensajero!” … Dicho lo anterior solo resta gritar: ¡A los vasos!.

No sé si ustedes se acuerdan de aquellas antiguas cocinillas caseras, que se alimentaban de petróleo y que, de vez en cuando había que destupir para que el gas llegara al quemador… Pues bien, he contado alguna vez en El Cotarro una expresión que se le atribuye al (para mi) gran empresario Antonio Plasencia Santos, que una vez, refiriéndose al que fuera alcalde lagunero en el año 1991 dijo que “Pepe Segura, con tal de seguir siendo alcalde de La Laguna, es capaz de hacer equilibrios sobre un destupidor de cocinillas”… Está claro que la frase le viene que ni pintada al pacto que conforma el actual Gobierno de Canarias y se podría decir que Fernando Clavijo (CC), pero sobre todo Patricia Hernández (PSOE) está haciendo equilibrios sobre un destupidor de cocinillas. En el caso de Patricia, además, doble equilibrio sobre dos fuegos, el del pacto del gobierno regional y el otro, que también se las trae, dentro de su propio partido.

Patricia y Fernando aplauden juntos, pero mira cada uno para su lado.

Como he comentado reiteradas veces, me temo que, de Fernando Clavijo para abajo, al igual que de Patricia Hernández para abajo, son tantos los intereses (personales y partidistas) tantos los puestos de trabajo que se ponen en juego (de cargos no electos y asesores varios) y tantas las “perritas” que se manejan (directa y/o indirectamente) que, como se puede apreciar, unos y otros son expertos en hacer virguerías (retrasar la reunión de la mesa del pacto, etc.) con tal de seguir haciendo equilibrios en el destupidor de nuestra particular cocinilla política regional. Aquí no se mueve (y no se moverá) nadie hasta que quede conformado el nuevo Gobierno de España, antes del 31 de octubre o después de unas (creo que ya menos probables) terceras elecciones. Pero eso no quita para que, al margen de todo lo dicho, estén habiendo en algunas corporaciones públicas (sobre todo en Tenerife) un montón de tensiones “ad intra” o sea, como diría el mago, en sus interioridades de adentro.

Fernando Clavijo mirando para el horizonte… con un montón de nubarrones encima

El tema parte de que, por imposición de los partidos, o por elección (equivocada) de algún cabeza de lista en las pasadas elecciones, ahora el que preside la corporación (sea presidente de cabildo o alcalde de ayuntamiento) se encuentra con que, de los que llevaba en su propia lista, de verdad de verdad, se queda con una cuarta parte, que son los que valen, porque en el resto hay tremenda cantidad de totufos (palabra canaria) mediocres, torpes y hasta vagos de solemnidad… Al igual que, como también decía el recordado lagunero Juan Ríos Tejera (cariñosamente, Juanito Cabeza), hay más de uno que “mucho jabla jabla y poco jace jace”… Quizá en la actualidad habría que cambiar la frase y decirles a algunos que “mucho Facebook, mucho Twitter y poco rendimiento”, que al final es lo que se necesita. Y créanme que, tanto los alcaldes como los presidentes en esas corporaciones, así como en sus propios partidos (de uno y otro color) y hasta en los medios de comunicación, a estos personajes ya los tienen “calados” (otra expresión canaria). Pero con estos bueyes tendrán que arar hasta el 2019 y ya se sabe que, “el que nace lechón, muere cochino”.

En cada corporación habrá que arar hasta el 2019 con los “bueyes” que han sido elegidos