El whatsapp que me mandó Santiago Pérez dice, textualmente: “Estoy a punto de cumplir 20 años como concejal de La Laguna y nunca he cobrado un sueldo, ni grande ni chico, por el desempeño de mi función durante esos 20 años. He simultaneado el cargo de concejal con el de senador o diputado autonómico,12 años, y el resto, es decir 8 años (2000-03, 2011-15 y 2015-18) he cumplido con intensidad como concejal -y si no, pregúntaselo a los de ATI- y he vivido de mi sueldo como modesto profesor universitario. He podido cobrar un sueldo del Ayuntamiento como portavoz de mi Grupo y he renunciado siempre a hacerlo, a pesar de que cobraría mucho más que como profesor. Del Ayuntamiento he percibido dietas, que tienen naturaleza indemnizatoria, por importe aproximado de 6.000 euros anuales” y termina diciendo: “Te puedo enseñar mis declaraciones del IRPF para que compruebes, por si alguien te suscita la duda, que sueldo universitario más dietas es muy inferior a sueldo de concejal”. El que. Dicho queda, tal como él mismo me lo ha expresado. Y yo rectifico y digo, comprobado y contrastado el error, que quien sí cobra es su compañero de XTF-NC, Juan Luis Herrera. Y aunque ya se lo manifesté via whatsapp, le reitero a Santiago mis disculpas por el error.

No sé si lo que gana José Alberto Díaz (CC) como alcalde de La Laguna (de los mejores pagados de España) o si su primera teniente de alcalde Mónica Martín (PSOE) gana mucho o poco. Tampoco sé si lo que cobran algunos concejales de la oposición lagunera como Santiago Pérez (XTF-NC), Antonio Alarcó (PP), Rubens Ascanio (Unidas Se Puede) o Teresa Verástegui (Cs) que también como oposición son de los mejor pagados de España, está bien o es una pasada. Lo que sí sé es que, como no se retribuya a los políticos como Dios manda, de forma correcta, de acuerdo con la realidad actual de la oferta y la demanda de sueldos en altos ejecutivos y cargos con alta responsabilidad, aquí no se va a apuntar en política ni el “Totito”. Si es verdad que necesitamos y queremos que nos gobiernen “los mejores” habrá que ser coherentes y consecuentes, pagándoles como los mejores. En un restaurante, si quieres un buen “chef”, no puedes pagarle como a un “pinche”.

José Alberto Díaz “El bien pagao”

Está muy bien lo de las grandilocuentes expresiones de “la satisfacción de servir a la sociedad”, que diría Antonio Alarcó, y aquello del “impagable honor de ser el alcalde de tu ciudad”, que diría José Bermúdez… Pero luego está la compleja realidad, la rigurosa fiscalización de la Prensa, las críticas implacables en las redes sociales, la nada agradable judicialización de todo… En cualquier empresa o profesión, se valora cada vez más los conocimientos, la experiencia, la capacidad, la dedicación… Y aparte y por encima de elogios y alabanzas, la gente tiene que vivir y contar con un sueldo que le “compense”. Si no empezamos a reconocer y aceptar que nuestros políticos deben estar debidamente pagados, según la realidad del mercado profesional, terminaremos siendo gobernados por (con perdón) mediocres, que se apuntan por aquello de garantizarse un sueldito. Y veremos (como he visto yo) a un director general de Ganadería (q.e.p.d.) que lo más parecido a una vaca que había visto en su vida, era una caja de zapatos. Y así nos va. Y a peor nos seguirá yendo, si no se valora y se paga.

José Manuel Bermúdez, alcalde de Santa Cruz de Tenerife.

Dicho lo anterior, celebro por partida triple que de nuevo entre en la escena política el ínclito Ángel Llanos Castro, (el que fuera vicealcalde de Santa Cruz de Tenerife con Miguel Zerolo al frente) que vuelve a la política activa ya no como“El pibe de Ofra”sino como “El veterano retornado”. Y me alegro por partida triple porque: 1.- Supo dejar temporalmente la política, a pesar de que lo que le hicieron entonces en el PP, no fue precisamente muy elegante, 2.- Ha sabido sobrevivir en los “cuarteles de invierno” con ejemplar discreción, y 3.- Ha aprovechado el tiempo como nadie, para estudiar y formarse más y mejor en el cada vez más complicado terreno de la política. Y es que, compaginando su trabajo en Coca-Colacon sus estudios, Ángel Llanosha sacado en estos últimos años el Grado en Ciencias Políticas y de la Administración (con un premio del Consejo Social “a la Excelencia en los Estudios de Titulación de Grado y Máster Universitario) y acaba de comenzar el doctorado, habiéndose especializado previamente en el análisis y evolución de políticas públicas. Esperemos que sepan recibir de nuevo y sin “piques” a Ángely le dejen trabajar, sin las cada vez más “populares” zancadillas

Ángel Llanos, “El bien retornao”