La foto de familia que les pongo en exclusiva, muestra a parte de las personas que allí estuvieron. Delante, de izquierda a derecha: Pablo Noguera (asistente del cardenal Amigo) Pedro Francisco De las Casas (ex-rector del Santuario de Las Nieves, en La Palma) Antonio Rguez. Cedros (Relaciones Públicas de la Esclavitud), Fernando Clavijo (presidente del Gobierno de Canarias y, este año, representante del Rey) Carlos Amigo (cardenal y arzobispo emérito de Sevilla), Bernardo Álvarez (Obispo Nivariense), José Alberto Díaz (alcalde de La Laguna), Daniel Padilla Piñero (rector del Santuario del Cristo y canónigo de la Catedral) y Víctor Álvarez Torres (canciller del Obispado). En la segunda fila, detrás de Pablo, Francisco Doblas González Aledo (esclavo mayor). Detrás de Fernando Clavijo, Carlos Alonso (presidente del Cabildo). Detrás, entre el cardenal y el obispo, Carlos Palacios Zaforteza (teniente general, jefe del Mando de Canarias). Detrás de ellos, los miembros de la Junta de Gobierno de la Esclavitud, así como (en el fondo) Jesús Doblas y Conchita González de Aledo (padres del esclavo mayor y perfectos anfitriones)

Foto de familia de la tradicional comida de la Esclavitud en honor del predicador y del representante del Rey, celebrada este año en la casa de la Familia González Aledo.

De las anécdotas negativas (al menos de una de ellas) quizá hable la próxima semana, cuando tenga contrastados varios “florales” aspectos. Pero debo reseñar hoy algunos detalles negativos… Triste ha sido que el nuevo presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de La Laguna, Manuel Capote, haya brillado por su ausencia. Lamentable ha sido que la concejala de Fiestas, Atteneri Falero, haya permitido que ninguna de las 5 entradas principales a La Laguna haya lucido ni una sola bandera, dando la bienvenida a las fiestas. Vergonzoso ha sido el uso de móviles por algunos políticos (y políticas) durante la celebración de la misa solemne y aún más, que algunos de ellos/as no hayan ido a la misa, pero sí luego a la procesión, supongo que para lucirse. Y más de una crítica popular ha habido a la Televisión Canaria por lo que, afirman, ha sido una floja cobertura a los actos del Día del Cristo, estando Fernando Clavijo como representante del Rey.

Manuel Capote Herrera, nuevo y actual presidente de la Junta de Hermandades de La Laguna, junto a su predecesor en el cargo, Pedro Arturo López Cabrera.

He repetido una y mil veces que el día que olvidemos nuestra historia o perdamos nuestras tradiciones, apaga y vámonos. Esta pasada semana dos sencillas tradiciones han vuelto a revivirse. Por un lado, el gran empresario Francisco Gómez Méndez (más popularmente conocido y respetado por todos como Paco Gómez) celebró su 71 cumpleaños, dando un ejemplo de lo que es unir al empresariado. Por otro lado, el mismo Paco Gómez, volvió a reunir en Güímar a políticos, empresarios, periodistas y amigos, en un surrealista desayuno de amanecida, para más tarde, acompañar a la Virgen de El Socorro en su Bajada número 375… ¡Ahí es nada!

Una multitud de fieles acompaña a la Virgen de El Socorro en su Bajada 2018

El bueno de Paco Gómez es de esos empresarios de referencia, que trabaja como nadie y que, teniendo un importante grupo empresarial y habiendo generando ni se sabe el número de puestos de trabajo, sigue siendo la misma persona sencilla, transparente y campechana, a la que aprecia todo el mundo. El pasado miércoles volvió a reunir a un nutrido grupo de amigos del sector empresarial, político y financiero en un almuerzo canario en el restaurante Los Limoneros. Se comenzó con un potaje de berros (con queso, gofio y cebolla incluidos) y se terminó con higos picos y brevas netamente canarios, todo ello cocinado y servido por el gran equipo de profesionales que lidera Mariano Ramos. Allí estaban todos o casi todos, comenzando por los dos presidentes de las patronales, José Carlos Francisco (CEOE) y Santiago Sesé (Cámara de Comercio). Paco Gómez es un ejemplo viviente de que la unión en pro de Tenerife y Canarias es posible, siempre en positivo y sin mediocridades ni piques absurdos.

Paco Gómez sopla las velas de la tarta conmemorativa de sus 71 años, mientras los empresarios y amigos le cantan el “cumpleaños feliz”