Les repito y recuerdo que la idea es tan real como antigua y que lo pueden comprobar si lo miran desde el cielo (a vista de dron, que dirían ahora). Se lo he dicho y lo han sabido varios directores insulares de carreteras como Miguel Becerra y Ofelia Manjón, y ustedes lo pueden apreciar y sorprenderse, entrando en Google Maps o bien en Google Earth. Fíjense sobre todo en el tramo de la autopista TF5 que va desde la rotonda de entrada a la lagunera Vía de Ronda, siguiendo por los puentes de Lora Tamayo (La Laboral), la propia Rotonda del Padre Anchieta, el puente “del cementerio”, para seguir por el de San Lázaro y rematar en la rotonda de entrada al Aeropuerto de Los Rodeos, junto al restaurante Venta Millán (antes Los Huevos Duros). En ese tramo muchas calles laguneras, a uno y otro lado de la autopista, han quedado cortadas y/o en “fondo de saco”, todas ellas esperando el soñado proyecto de gran rambla, que nunca llegó y que no termina de llegar.
Vista aérea del tramo de la TF5 bajo la que debería discurrir el necesario túnel.