Partidos, organizaciones no gubernamentales y otros grupos, intentan “desviar el tiro” arropándose (creo que equivocadamente) en la palabra acogimiento y/o solidaridad mal entendida. Los canarios hemos sido emigrantes en muchas épocas y de eso (de lo que supone, de lo triste y doloroso que es) sabemos mucho en nuestras propias carnes familiares. Por eso hay que decirle al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez (PSOE) a su vicepresidente y ministro de Derechos Sociales (tócate los timbales) Pablo Iglesias (Podemos), a su (para mi impresentable) ministro de Inclusión Social y Migraciones José Luis Escrivá, al ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska, sin olvidar a nuestra paisana Carolina Darias(antes ministra de Política Territorial y ahora de Sanidad) que los canarios no somos racistas, ni xenófobos, ni insolidarios, ni mala gente… Pero que tampoco somos españoles de segunda o tercera, no somos plebeyos, no somos tontos. Somos inteligentes y tenemos mucha memoria. Recuerden que todos ellos desde allá (y también los nuestros desde aquí) con lo de la triste y lamentable problemática de la inmigración, queriendo o sin querer, repito que, por acción u omisión, están armando (si no está ya armada) una peligrosa y devastadora “bomba de relojería” que, de estallar, les/nos va afectar a todos… para peor. Y con el Turismo de testigo.
Gobierno de España, presidido por Pedro Sánchez. En esta foto ya sobra Salvador Illa y falta Miquel Iceta.