Mes: diciembre 2019

Después de unos años de inactividad oficial, la Academia de Gastronomía de Santa Cruz de Tenerife ha vuelto felizmente a renacer con la entrada de un nuevo presidente, el empresario del sector del plátano, Antonio De la Cruz Veguero, quien ha sido elegido por aclamación por parte del pleno de la Academia, reunido en un almuerzo gastronómico que, dirigido por el chef Armando Saldahna, se celebró el pasado jueves en el restaurante Anastasia, ubicado en el renovado y recién inaugurado Urban Hotel Anaga Tenerife (calle Imeldo Serís, 19) de la capital tinerfeña. Anteriormente la Academia de Gastronomía de Tenerife ha estado presidida por el empresario Roberto Ucelay Sabina (presidente fundador) y, seguidamente, por el también empresario Luis Losada García Sanjuán.

El cofundador y primer presidente de la Academia de Gastronomía de Tenerife, Roberto Ucelay (i), conversa con el ya nuevo presidente, Antonio De la Cruz Veguero.

El nuevo presidente releva del cargo al que ha sido tercer presidente de la entidad, José Luis Zubieta, y hay que destacar que Antonio De La Cruz llega con un entusiasmo y con un talante de gestión por consenso, que pronostica una nueva y más fecunda etapa de la Academia. Antonio De la Cruz estará liderando un renovado equipo que constituye la Junta Directiva y que estará conformada por: Lourdes Fernández (vicepresidenta primera); Luis Díaz de Losada (vicepresidente segundo); María del Rosario “Marichu” Fresno (secretaria); Juan José Saavedra (tesorero); Ramiro Cuende Tascón (bibliotecario), Antonio Gómez (censor), Javier Melián (vocal) y José Carlos Marrero (vocal). Desde aquí nuestra felicitación y más “sabrosos” éxitos al nuevo presidente Antonio De la Cruz Veguero y su nuevo equipo directivo.

La nueva Directiva de la Academia de Gastronomía de Tenerife. De izquierda a derecha: Javier Melián (vocal), Ramiro Cuende Tascón (bibliotecario), María del Rosario “Marichu” Fresno (secretaria), Luis Díaz de Losada (vicepresidente segundo), Antonio De La Cruz (presidente), Juan José Saavedra (tesorero), Lourdes Fernández (vicepresidenta primera) y José Carlos Marrero (vocal). Falta en la foto Antonio Gómez (censor) que no asistió por encontrarse de viaje.

Un año más les recuerdo que en Tenerife existe una “entidad” única en Canarias. Se llama “La Macana” y acaba de cumplir 89 años de vida. No tienen acta fundacional, ni están en el registro de asociaciones, ni tienen CIF. Sólo un anfitrión cada año al que llaman “el Macana”, con la única obligación de invitar a comer una vez al año al resto de componentes. La fundó el año 1930 en la Parroquia Matriz de La Concepción de La Laguna el presbítero Manuel Pacheco, junto con el sacristán Juan Marrero Marrero, en torno al día de Santa Cecilia (22 de noviembre) patrona de la Música. El irrepetible Juan Marrero invitaba al coro que iba a cantar la misa del señalado y musical día, a un convite posterior en la trasera de la iglesia. Un rincón cuya puerta se cerraba con una “macana” hecha con madera de barbusano, que tiene más de un siglo y que se conserva con mimo. Juntos, tras la misa, agradecían gastronómicamente al coro su “cantata” y, de paso, entonaban más canciones en honor a Santa Cecilia.

Luciano Melo Bello (i) traspasa “La Macana” a Gonzalo De la Cruz Alarcó.

Lo que empezó en la iglesia pasó luego a la casa de los Hernández-Abad (los “Abanes” de Guamasa), se ha ido repitiendo año tras año y ahora se celebra en la finca “La Gorvorana” de Los Realejos, propiedad de las familias De la Cruz Veguero y De la Cruz Betancor, que la ceden gentilmente para seguir con la tradición de compartir amistad, gastronomía y música, con el objetivo de recuperar y conservar coplas del cancionero popular canario. El tradicional cambio anual de “Macana” se desarrolla de forma ritual desde siempre, siguiendo un protocolo marcado por la opinión de los más antiguos. Tras el “mandato” del gran aparejador, Luciano Melo Bello, el pasado 23 y por decisión de los veteranos, fue elegido nuevo “Macana” el tinerfeño de pro, Gonzalo De la Cruz Alarcó, a quien desde aquí felicitamos. Y es que, como recuerdo cada año…si perdemos las tradiciones…, apaga y vámonos.

Santiago Torres, un “Sabandeño de Honor” que nos ha dejado para siempre.