Anécdotas, curiosidades y momentos únicos ha habido muchos, cientos… Pero me quedo y despido solo con uno de ellos. Fue en uno de los momentos de dar gracias a la Virgen por su visita (concretamente en la llegada a La Laguna), donde hablaron 5 personas en representación de los niños, los jóvenes, los matrimonios (padres y madres), los sacerdotes, religiosos y religiosas, y los mayores (que fueron a su vez los encargados de recordar a los que ya no están entre nosotros). Y en este último caso, con una entereza ejemplar, habló y recordó a los fallecidos María del Carmen Rodríguez (para los amigos “Tata”, esposa de Enrique Melón) quienes, precisamente, el año pasado perdieron a su hijo mayor, Enrique, y a la que la fe les ha dado la fuerza para salir de la lógica tristeza y el ánimo para seguir adelante. Lo dicho, todo un ejemplo.

María del Carmen Rodríguez (“Tata”) durante su petición a la Virgen. Foto sacada a la pantalla que transmitía el acto en la Plaza del Adelantado.

Hoy cambio de “chip” para alejarme por un domingo de temas politiqueros y compartir con ustedes cosas pequeñas (aparentemente) pero que dan sentido y hacen feliz una vida. Son pequeñas grandes cosas como las que protagoniza el prestigioso veterinario palmero, Juan Francisco Capote Álvarez, sin duda embajador de La Palma y de Canarias, allá a donde vaya. De La Palma y de la Sociedad Deportiva Tenisca, oiga. Juan Capote, doctor en veterinaria, investigador del Instituto Agrario de Investigaciones Agrarias del Gobierno de Canarias (ICIA) y un montón de cosas más, acaba de estar en la India para asistir a otro congreso y visitar proyectos relacionados con su especialidad, el sector caprino, del que sigue siendo presidente de honor de la Asociación Internacional de la Industria Lechera en Pequeños Rumiantes.

Juan Francisco Capote Álvarez, gran amigo palmero, doctor en veterinaria, investigador del Instituto Agrario de Investigaciones Agrarias del Gobierno de Canarias (ICIA), experto mundial en ganado caprino, amante de la hípica y gran palomero, exquisito gourmet y forofo futbolero del Tenisca (algún defecto tenía que tener)

En cada viaje, Juan Capote realiza visitas y acciones solidarias y de cooperación. En esta ocasión ha visitado un restaurante regentado por mujeres indias que han sido objeto de atentados personales y que han sufrido ataques con ácidos para deformarles su cara y su cuerpo. Me quedo y les dejo con la reflexión que el propio Juan Capote ha puesto en el chat de un grupo de amigos: “Esta vez fue duro. Duro y bonito. Venía mentalizado, pero se me hizo un nudo en el estómago al entrar al restaurante. No por compasión sino por rabia. Lo llevaban mujeres que habían sido víctimas de ataques con ácido para deformarlas. Y vaya que lo habían conseguido. No nos pasaron la cuenta. Pagamos porque quisimos y como quisimos. Sus miradas limpias eran directas. Sus sonrisas contagiosas y bellas, como dice en sus camisetas. Al final todos participamos de una única sonrisa: la de la dignidad”.¡Mil gracias, Juan!.

Juan Capote en la visita solidaria al restaurante “Mi belleza es mi sonrisa”, nombre que se ve en sus camisetas.

Y una vez más tengo que recordarles que, cuando un “gallo” palmero decide dar la vuelta al mundo, va y la da. Cuando el mismo “gallo” palmero es forofo de la Sociedad Deportiva Tenisca y se propone completar la vuelta al mundo sacándose una foto (o quitándose, que dirían los palmeros) luciendo la camiseta del “equipo blanco” allá donde pernocta, entonces tenemos de nuevo a Juan Francisco Capote Álvarez. Una vez más, el personaje lo ha vuelto a hacer, esta vez en India y al ladito mismo del blanco Taj Mahal. Por cuestiones de su trabajo Juan Capote ha estado ya en más de 37 países, y en ese curioso intento de dar la vuelta al mundo con la camiseta del Tenisca, ya Juan Capote (que sepamos) se ha sacado la foto (“quitado” en idioma palmero) en catorce países que, por orden alfabético son: Alemania, Cabo Verde, China, Ecuador, España, Hungría, India, Italia, México, Noruega, Polonia, Rumanía, Senegal y Turquía. Gloria al Tenisca en India (y al C.D. Mensajero, en el cielo) ¡A los vasos!

Juan Capote con la camiseta del Tenisca, delante del Taj Mahal, en la India.