PROMESA CON CARGA DE RESENTIMIENTO

La mentada “promesa” iba a ser en forma de ofrenda floral al Cristo lagunero, por medio de una “petalada” (lanzamiento de pétalos) al paso de la procesión. Eso se ha hecho muchas veces durante años (y nadie se ofende ni la Esclavitud lo prohíbe). En algunas casas del recorrido procesional se lanzan con mesura algunos pétalos de flores (muy pocos) desde ventanas y balcones, pero en una cantidad no superior a una sencilla bandeja o una pequeña cesta tipo panera. Pero el ínclito Juan Álvarez (que se presenta como Campeón de España de Arte Floral) se pasó tres pueblos y medio, lanzando un auténtico “diluvio de pétalos” y digo lo de “diluvio” porque, encima y para más daño y desgracia, estaban mojados. Unas nueve o diez cajas parece que tiró el caballero y su ayudante… Luego, además, ofrecieron tres ramos de flores que se pusieron en el trono, pero que, cuando se llegó al santuario, los recogieron y se los llevaron. Por lo que se vio, promesa, sí, pero solo el ratito de la procesión.

FOTO 2.- RESPONSABLES

El florista protagonista, Jesús Álvarez (c), llevándose al final los ramos ofrecidos.

TRISTE DILUVIO EN FORMA DE “PETALADA”

Hay que reseñar, por cierto, que la señora Olga Zarzuela Garrido (directora de la Asociación Española de Floristas) ha remitido una carta donde, textualmente, dice que “no es exacto decir que Juan Álvarez es el campeón de España de Arte Floral, aunque él se presente así. Realmente fue campeón de una edición en concreto y ni siquiera del campeonato general, que es la Copa de España de Arte Floral, sino de la Copa Junior, para menores de 25 años, el año 1996”.Pero si Juan Álvarez es feliz presentándose así, que disfrute con su autobombo. Yo lo que creo es que el lanzamiento que hizo (me da la impresión que desde algún resentimiento, también injusto y equivocado) fue exagerado, desmesurado, sin sentido…. Por no hablar de los gritos, las frases y los insultos (que han sido grabadas) y que se profirieron a la Esclavitud y los esclavos, desde los balcones del hotel por parte de los enervados protagonistas… Sin duda, la triste “petalada” se convirtió en una vergonzosa “paletada”.

FOTO 3.- CRISTO
Talla (se ven manchas junto al costado) y corona, afectados por el diluvio de pétalos.

PÉTALOS PEGADOS EN LA SAGRADA IMAGEN

Los pétalos mojados y tirados a “borbotones” ensuciaron las vestimentas religiosas de los monaguillos, seminaristas y sacerdotes, los trajes de muchos esclavos (que se preguntan que quién pagará las facturas de la tintorería) fueron también manchados. Los pétalos afectaron de forma importante al trono procesional (cuyo terciopelo rojo habrá que sustituir), a la corona del Cristo (cuya plata se manchó) y, lo más importante, grave y peligroso, a la Sagrada Imagen del Cristo de La Laguna (a la que se pegaron muchos pétalos mojados)

FOTO 4.- TALLA

Detalle de la Sagrada Imagen del Cristo, manchada con pétalos mojados y pegados.

DAÑOS Y PERJUICIOS QUE DEBEN PAGARSE

Y así los hechos (contrastados) nos preguntamos… ¿De qué nivel de afectación hablamos?… Se está estudiando y valorando. ¿Quién pagará los trabajos que deberá realizar de nuevo la restauradora?… Veremos… Debo decir (porque me consta) que tanto la Propiedad y la Dirección del hotel, como los empleados y varios huéspedes quedaron abochornados (como gran parte del público que presenció lo ocurrido). Tanto que Germán Ortega y su hermana Myriam han remitido una carta de disculpa al esclavo mayor, Francisco Doblas González De Aledo, dejando claro que desde el hotel se actuó siempre con buena fe y desde la mayor y mejor buena voluntad, habiéndose sentido, por lo que se desprende de la carta, engañados, traicionados y hasta utilizados por el ínclito Jesús Álvarez y su acompañante. Como dijo Jesucristo, precisamente… “Perdónales, Señor, porque no saben lo que hacen”. Amén.

FOTO 5.- CORONA

Las manchas en la corona y en la talla del Cristo por efectos de los pétalos mojados son claros y evidentes.