Pero, no obstante, José Antonio Mesa y sus muchachos y muchachas se han ido al 63º Congreso Nacional de Coctelería, organizado por la Federación de Asociaciones de Barmans de España (FABE), que preside el gran Pepe Dioni, celebrado la semana pasada en Madrid. La selección de Tenerife, aparte de impartir una clase magistral dirigida a los mejores barmans de España de la mano de su miembro de honor Ramón Bustillo y su vocal de formación Vito Calculli, se ha traído para nuestra isla tres grandes premios. Por un lado, el premio nacional por la Mejor Decoración de Cóctel, para Yana Filippova (rusa de nacimiento y tinerfeña de adopción). Por otro, el primer premio en Coctelería Sin Alcohol “Copa Monin” para el paisano Adrián Hernandez Paz, quien asimismo y como tercer galardón, se ha llevado el premio absoluto de la prestigiosa “Monin Cup”, que permite a Adrián Hernández clasificarse y representar a Tenerife y Canarias en la gran final mundial bianual, que se celebrará el año 2018 en Paris. Sin duda, un gran éxito para Tenerife y para toda una asociación, la ABT, a la que hay que apoyar.

El pasado domingo les comenté que un entrañable y contundente mensaje había dejado aleladas (y no sé si un tanto avergonzadas) a las dignísimas autoridades que, encabezadas por el propio presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo Batlle, asistieron al acto de presentación oficial de las terminadas obras de remodelación, modernización y mejora del emblemático y veterano (hoy rejuvenecido) hotel ValleMar del Puerto de la Cruz. Les comenté que el directo y “contundente” mensaje, había sido enviado por la presidenta de la compañía Altalay 7, propietaria del hotel (así como del hotel Laguna Nivaria, en La Laguna) María de las Angustias Ibarra y Jiménez de la Serna, marquesa de Ibarra, una encantadora joven de casi 92 años que, precisamente aquel día y por su edad, no pudo viajar a Tenerife y estar presente en el acto celebrado, como había sido su deseo.

María de las Angustias Ibarra y Jiménez de la Serna, marquesa de Ibarra

Tras el protocolario saludo de María de las Angustias a las autoridades y público presente, su magnífico mensaje, lleno de profundo contenido, comenzó así: “Pronto cumpliré 92 años, madrileña soy de nacimiento, me casé en los años 50 con un tinerfeño, gran persona y muy querido en la Isla. En aquel entonces, donde hoy está el hotel, había un barranco y plataneras junto al mar. Un día vi en este paraje a muchos extranjeros, durmiendo al aire libre y en el suelo, y pensé, que esto era inadmisible, que había que ofrecerles cobijo y se crearía empleo. Era fácil verlo, pero en aquel entonces solo se pensaba en los plátanos”. Y culminó María de las Angustias el comienzo de su mensaje diciendo: “El turismo no entraba en la consideración del ayuntamiento de entonces, nos costó a mi marido y a mí, pero, en 1960 pudimos inaugurar este hotel”

El emblemático Hotel ValleMar, antes de su profunda remodelación.

Seguidamente entró más “en materia” y manifestó: “Hoy, no hay que convencer a nadie de la importancia del turismo, pero sí es fundamental dar prioridad al turismo de calidad, lo cual implica prestar mucha atención primero, a las personas que trabajan en un hotel o acuden a él buscando descanso; segundo, al entorno; tercero, a la sostenibilidad”. Tremendo mensaje lleno de verdades que María de las Angustias (con sus casi 92 años) siguió enviando… “No hay hotel bueno sin trato exquisito a todas las personas, y un hotel bueno en un entorno malo y no sostenible, tiene poco futuro. Por eso, hay que potenciar el Puerto de la Cruz como destino de entorno grato y sostenible, venga los viajeros a mi hotel o al de enfrente. Si gana el Puerto ganamos todos”… Y allí estaba oyendo esto, entre otros, Carlos Alonso (presidente del Cabildo de Tenerife), Albero Bernabé (su consejero de Turismo) y hasta Lope Afonso Hernández (alcalde del propio Puerto de la Cruz), imagínense con qué caritas.

Renovada fachada del Hotel ValleMar, en la Avenida de Colón del Puerto de la Cruz