Sin ellos, muy posiblemente, el automovilismo tinerfeño no habría escrito muchas de sus históricas y gloriosas páginas… Ninguno baja de los cincuenta “tacos” y yo diría que (sumando horas de rallyes, carreras y subidas en cuesta que han cronometrado) más de uno de esos años de sus vidas lo han dejado en las carreteras tinerfeñas (y palmeras o gomeras) siempre cronometrando “por amor al arte”… Son un buen grupo de los cronometradores veteranos del Colegio de Oficiales de Automovilismo – Sección Cronometraje (COAC) de la Federación Tinerfeña de Automovilismo, un gran equipo de compañeros y amigos al que me honra pertenecer y que se reunieron hace una semana y por sexto año consecutivo, gracias a la impagable labor de aglutinaje y convocatoria de Armando Sigut, promotor y organizador del encuentro. En esta edición hubo récord de asistencia con 24 cronometradores (19 veteranos y 5 veteranas) que, un año más, recordaron historias y anécdotas de más de 40 años de automovilismo en Tenerife y Canarias… Todos con Armando al frente brindamos por el fantástico mundo del motor en nuestras islas y rezamos un rosario “gastronómico”, con la esperanza de no morirnos sin ver acabado el Circuito de Automovilismo de Tenerife… Si Dios y el Cabildo quieren, claro. Amén.

Les conté hace unas semanas que estuve hace poco participando en la tertulia “La Macana” que, fundada el año 1930 en La Laguna por el presbítero Manuel Pacheco y el sacristán Juan Marrero, cumple sus 88 años de edad y pensé que pocas tertulias (en este caso gastronómico-musicales) podrían llegar a tal veteranía. Pues me equivoqué. Esta pasada semana, concretamente el miércoles, a la sazón octava del Miércoles de Ceniza, tuve la oportunidad y el privilegio de compartir mesa y mantel con la Peña “Potaje Coles” que, fundada el año 1927 en el Puerto de la Cruz siendo alcalde Melchor Luz y Lima, cuenta ya con 91 años de gloriosa trayectoria gastronómico-carnavalera.

Plato principal de la cena de la Peña “Potaje Coles”, servido en “Casa Régulo”

Camino ambas hacia sus primeros 100 años de vida hoy les cuento que la Peña “Potaje Coles” se fundó el Miércoles de Ceniza del año 1927 para festejar simultáneamente de la despedida del Carnaval y la llegada de la Cuaresma. Entre sus miembros fundadores estaban el nombrado Melchor Luz y Lima, Isidoro Luz y Lima, Régulo González Matos, Ruperto Peña, Salvador Marrero, Andrés Sotomayor, Manuel Espinosa Chaves, Antonio Topham, Isidoro Luz Cárpenter, Juan Pacheco (el Foguetero), Andrés Martín, Juan Oramas, Ignacio Acevedo, Juan Borges, Imeldo Bello Baeza, Pedro Pérez Noda, Luis Castañeda y Miguel Sotomayor. Otros dos miembros fundadores, Pedro Acevedo Hernández y Rafael Oramas Carrillo, vivieron hasta 1990.

Asistentes a la 91ª cena de la Peña “Potaje Coles”, celebrada en la pasada octava del Miércoles de Ceniza, en el Puerto de la Cruz.

En la actualidad y a sus 76 años de edad, tiene como gran presidente al joven Juan Antonio Acevedo García (hijo de uno de los fundadores). Ejerce como secretario el desinquieto aparejador Rafael Espinosa Córdoba (el bueno de “Feley” para los amigos), quien fuera durante años presidente de la Cruz Roja en el Puerto de la Cruz. Y controla las cuentas como buen tesorero el reconocido y veterano guía turístico José Francisco Acevedo García. Ellos tres con la colaboración de todos los asistentes (este año 43, como el licor) revivieron en el emblemático restaurante portuense “Casa Régulo” una tradición que respetó el menú original: potaje de coles con judías, sardinas con papas arrugadas y torrijas con miel, sin que faltara el magnífico vino tinerfeño de la Casa. Un diez para el equipo de cocina y sala de Casa Régulo, con su propietario, el gran Manuel Pagés, siempre al frente. Y matrícula de honor para la Peña “Potaje Coles” por su casi centenaria trayectoria y por su inestimable trabajo en pro de conservar este encuentro anual, que es todo un homenaje a la amistad, a las tradiciones, a las tertulias de buen debate y, en definitiva, a la vida en positivo.

El presidente de la Peña “Potaje Coles”, Juan Antonio Acevedo García (de pie) y a su lado, el secretario de la misma, Rafael Espinosa Córdoba (“Feley” para los amigos)