MAL INFORMAR A VECINOS Y A “PODEMOS”

Lo que estimo que no debe hacerse (como se ha hecho) es montar alguna charla “informativa” (la han llamado así) en asociaciones de vecinos como la RUALA, del Camino La Rúa o en la mismísima sede de la formación política Podemos. Tan “manipulada” han sido esas charlas informativas que algunas de las dispositivas proyectadas nada tienen que ver con el verdadero proyecto básico presentado en el ayuntamiento. Y tal desinformación ha hecho que hasta el concejal Rubens Ascanio, líder y portavoz de Unid@s Se Puede, en La Laguna, haya tenido que terminar haciendo el ridículo en el último Pleno celebrado en el Ayuntamiento, tras las oportunas y certeras palabras del concejal Antonio Alarcó, que hicieron que Rubens retirara finalmente la moción que había presentado.

FOTO 7.- LA RUA

Charla “informativa” en la Asociación de Vecinos del Camino La Rúa, donde se proyectó (fíjense) una diapositiva, en la que se ve una edificación de casi 3 plantas que NO se ajusta al proyecto real.

UN LORO REPITE, PERO NO ES LA VERDAD

Debo decir finalmente que, cuando explica la iniciativa el Esclavo Mayor, Francisco Doblas González de Aledo, se respalda el proyecto básico con sus planos, alzados e infografías (verdaderas), se rodea de informes y, sobre todo, cuenta con el acuerdo unánime de su Junta General. Cuando habla la concejala de Urbanismo, Candelaria Díaz, le respalda la legislación vigente y la normativa urbanística en la zona. Hay que documentarse y dialogar. Cuando a un loro le enseñan una palabra o una frase, éste la suele repetir una y mil veces, pesada y machaconamente, pero el animalito no piensa y, muchas veces, lo que le enseñan es falso o no correcto y, por tanto, lo que él repite, tampoco lo es. Como reza el evangelio de San Juan y como muchas veces he repetido en El Cotarro, “La verdad es la que nos hace libres”. A mí, al menos, me hace libre.

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EL CACAO DE LOS GUACHINCHES AMENAZA

El mago suele ser muy buena gente y una persona muy inteligente. Y como suele decir Antonio Rodríguez “El Zapa” popular zapatero artesano de La Laguna, “el mago, es mago hasta la quinta generación… y después, súper mago”. Creo que hemos llegado a la quinta generación y hay muchos que están entre desconcertados y cabreados, entre hartos y con ganas de ponerse en su sitio y plantarse. El motivo no es otro que el “cacao” (o caos) de los llamados guachinches o, mejor dicho, el de los “mal llamados” guachinches. Los verdaderos autorizados tienen que cumplir una rigurosa normativa y, si no lo hacen, multa que te pego. Pero los “mal llamados” guachinches, que no están legalizados ni autorizados a abrir con esa denominación, la siguen utilizando, por la cara, como si tal cosa, y nadie les dice nada, ni los mete en vereda. Hay amenazas de denuncias por competencia desleal y se barrunta una guerra de guachinches, nada buena.

FOTO 1.- CHONA

El Guachinche de Chona (que no lo es) en calle Velázquez de Santa Cruz.

SON PATRIMONIO EXCLUSIVO DE TENERIFE

Todo esto a partir del llamado “Decreto de los Guachinches” firmado por el entonces presidente regional, Paulino Rivero Baute, el 1 de agosto de 2013, hace ahora exactamente cinco años, y que no ha servido para casi nada. Una normativa (para mi nefasta) desarrollada por el Gobierno de Canarias a través del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) y que contempla el concepto “guachinche” como un establecimiento habitual en “zonas vitivinícolas de Canarias”, cuando, lo cierto y verdad, es que el guachinche es un establecimiento genuino, auténtico y legítimo, propio y característico patrimonio “solo” de la isla de Tenerife. Encima, ahora las autoridades y las administraciones públicas promocionan y publicitan al “guachinche” de cara al Turismo, como “los establecimientos de restauración típicos”, con el consiguiente y lógico “mosqueo” de restaurantes, merenderos, tascas, tabernas, casas de comida, bodegas y bodegones, que se sienten amenazados y dejados de la mano de Dios.

FOTO 2.- VEGANO

Señalización del “guachinche vegano” Casa Chano, en La Corujera.