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Interesada por la gastronomía popular de Canarias, la reina consorte pidió para desayunar unos tollos en el hotel Santa Catalina, de Las Palmas de Gran Canaria. Con muy buen criterio, el chef ejecutivo, Thomas Leeb le indicó a doña Letizia Ortiz que, tomados en el desayuno, los tollos supondrían una soberana “bomba” para su real estómago. Al día siguiente y ya en Tenerife, la reina seguía con la magua de probar unos tollos y casi una hora antes del almuerzo previsto en la sede de la presidencia del Gobierno de Canarias en la capital chicharrera volvió a pedirlos. En esta ocasión (y muy acertadamente, por cierto) Fernando Clavijo y sus asesores del Gobierno habían apostado por el gran chef gomero-tinerfeño, Braulio Simancas (restaurante Las Aguas del Gran Hotel Bahía del Duque) para elaborar el almuerzo de sus majestades.

Don Felipe y doña Letizia, antes de que a la Reina le entraran ganas de comer tollos

Trabajando a contrarreloj y sin tiempo para elaborar desde cero una de tollos, Braulio Simancas, imaginativo como nadie y más listo que una tea, se fue con uno de sus ayudantes a la Recova de Santa Cruz y visitó los tradicionales bares que cada día sirven nuestros tradicionales tollos en salsa. Hecha una rigurosa cata rápida, el chef gomero eligió los mejores tollos que, ya en las propias cocinas de presidencia del Gobierno, terminó de rematar con su “toque” personal. El resultado fue un “¡marchando una de tollos pa la reina!” y lo siguiente fue ver a doña Letizia en éxtasis degustando tremenda ración de tollos con papas, realmente sabrosos… Y ten piedad.

Los reyes con Fernando Clavijo y Braulio Simancas (a su lado) junto al resto del equipo del restaurante Las Aguas, tras el almuerzo que sirvió en la presidencia.

Desde que fue Manuel Hermoso (el año 1995) hacía más de 20 años que un presidente del Gobierno de Canarias no pisaba oficialmente el municipio de El Rosario. Invitado por el alcalde Escolástico Gil, lo hizo Fernando Clavijo este pasado jueves, acompañado por Carlos Alonso (presidente del Cabildo) y varios de sus respectivos consejeros. Escolástico planteó las necesidades de su municipio y de su gente y logró sacar el compromiso de invertir unos buenos (y merecidos) millones a los dos presidentes, destacando Tabaiba, el parking de Radazul y la rehabilitación del polígono “La Campana”, donde los baches son ya socavones “tragatubosdeescape”

Acto institucional en el ayuntamiento de El Rosario, tras la visita al municipio. En el centro el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, escoltado por el presidente del Cabildo de Tenerife (d) y el alcalde de El Rosario, Escolástico Gil (i)

Tanto es así que, mientras la comitiva política desayunaba bocadillos de pata en la cafetería de Atlántico Autocentros (tan buenos como los del Bar Yazmina, en Telde) un respetado y ya veterano y querido vecino de la zona, al que todos conocen como “García”, manifestó que él había ido por allí para hablar con Fernando Clavijo y ver si el presidente del gobierno le pagaba el tubo de escape de su coche que, por culpa de unos baches, se le había quedado en el suelo.

El gran “García” esperó a Clavijo por fuera de la cafetería de Atlántico Autocentros, en el polígono “La Campana” de El Rosario, donde hay unos tremendos bocadillos de pata.