Se acabó lo que se daba. El anónimo Juan Canario sigue estando convencido de que por los alrededores del santacrucero parque García Sanabria está viviendo y volando un ejemplar de “mirlo blanco” que, como dice la tradición, verlo da buena suerte. A propuesta del propio Juan Canario promovimos desde El Cotarro un concurso para premiar a la persona que nos mandara una foto que confirmase fehacientemente que esto era una realidad. El concurso acabó ayer y, lamentablemente, no ha podido ser. No hemos recibido del “mirlo blanco” imágenes de ningún tipo. Nos han llamado diciéndonos que lo han visto, incluso una persona aseguró haberlo grabado con su móvil, pero que había borrado o perdido la grabación. O sea, que Juan Canario, un servidor y todos los lectores de El Cotarro nos quedamos con las ganas. De todos modos, si alguna persona lo ve en el futuro, sepa que le dará buena suerte. Y si tiene la oportunidad de fotografiarlo, no se olvide de mandarnos la foto a info@elcotarro.com. Favores que agradecerán.
ISRAEL VACUNADO Y RELEVO EN LA CASA BLANCA
Sin duda alguna, el mes de enero de 2021 pasará a la historia por tres cosas absolutamente históricas: la llegada de las vacunas para “matar” la pandemia del coronavirus SARS-CoV2, el asalto al capitolio de los Estados Unidos por parte de una horda de energúmenos seguidores del “Trumpismo”, y el relevo en la Casa Blanca, saliendo de la misma el republicano Donald Trump y accediendo a la presidencia el demócrata Joe Biden. Imagino que estarán ustedes “empachados” de información sobre la pandemia y, por ello, permítanme que de ella solo diga que siento envidia del pueblo israelita, del presidente de Israel, Reuven Rivlin y del primer ministro de su Gobierno, Benjamín Netanyahu, que, entre todos, han logrado que, en pocos días, Israel sea el primer país del mundo con toda su población ya vacunada contra la COVID y supuestamente inmune. Envidia sana. Pero, dicho lo anterior, me voy a centrar en algo que he estado pensado en estos últimos días (y meses) respecto de lo sucedido en los Estados Unidos de América y el respeto hacia la / “su” bandera.
Bandera de España, que debería unir a las 17 autonomías, y bandera de los Estados Unidos, que une a los 50 estados que conforman la unión.
DE UN TRAPO A UNA BANDERA, PASANDO POR TRUMP
Para curarme en salud y antes de que alguien se pueda equivocar etiquetándome de alguna u otra manera, les manifiesto que (sin estar de acuerdo con ellas) conozco y respeto a muchas personas que piensan que una bandera es tan solo un cacho de trapo sin valor alguno. Sin embargo, creo que una bandera desde un punto de vista neutral, imparcial, al margen de partidos e ideologías, debería representar la unidad de un país (respetando la diversidad de sus regiones y comunidades autónomas, con sus respectivas banderas) el sentimiento de esa unidad, la representación de la misma en el exterior y la representación de toda la ciudadanía y del Gobierno propio de ese país. Con todo respeto a todos, esa es una de las cosas que me gusta de un país serio y democrático. De países como el Reino Unido, Suecia, Francia, Alemania y, por supuesto, tras la última campaña electoral, también de Estados Unidos. ¿Se han fijado en la puesta en escena de los mítines de ambos contrincantes, tanto Joe Biden por los Demócratas, como Donald Trump por el partido Republicano?
Dos personajes, dos perfiles personales, dos estilos de vida, dos maneras de entender la política, pero un solo país y una sola bandera, que respetan los dos
LAS ESPAÑAS DE MACHADO EN DOS BANDERAS
En España, nuestro país, la bandera nacional es utilizada de forma torticera, irrespetuosa, sesgada, partidista y no sé cuántos calificativos más darle. El actual presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, fue criticado (incluso en el seno de su propio partido, el PSOE) por salir en más de un acto acompañado por una gran bandera nacional de fondo. Pero es que también al líder de la actual Oposición,Pablo Casado le criticaron y tacharon de fascista por poner nuestra Bandera Nacional también de fondo. Paralelamente, claro, nadie discute que Pablo Iglesias (Podemos) enarbole la anterior bandera republicana como suya y, por otro lado, Santiago Abascal (Vox) se arrope con la española casi como si fuera patrimonio exclusivo de la formación que representa. En medio de todo, mucha gente, equivocadamente, se empeña en encasillar a la ciudadanía de a pie en una y otra ideología, partido político o tendencia a la hora de votar, según la bandera que luce con un pin en su solapa, la que lleva en una pulsera o, últimamente, en la mascarilla anti COVID.
Arriba: Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Casado (PP). En medio: Santiago Abascal (Vox) e Inés Arrimadas (C’s) Abajo: Pablo Iglesias (Podemos) y Alberto Garzón (IU) dos miembros del Gobierno de Coalición, que prometieron sus cargos ante la bandera nacional, pero que, cuando pueden, utilizan la republicana.