Lo que está claro es que la gala Michelín ha servido para que Tenerife suene gastronómicamente a nivel nacional e internacional, y que un montón de chefs “estrellados” hayan conocido nuestra isla y muchos de sus buenos restaurantes. Este es el caso de “El Templete”, en El Médano (uno de los mejores restaurantes de pescado que tenemos) y que hoy puede presumir de haber tenido (al menos por unas horas) más de nueve estrellas Michelin. Lo digo porque allí pude ver con mis ojos a los chefs Eneko Atxa (restaurante Azurmendi), Ángel León (Aponiente) y Dabiz Muñoz (DiverXo), cada uno de ellos con tres estrellas Michelin, y Francis Paniego (El Portal de Echaurren – 2*) junto con parte de sus equipos y familiares. Dabiz Muñoz, por cierto, con su popular compañera, la guapa y sencilla presentadora de televisión, Cristina Pedroche, se quedaron encantados con los chicharrones de morena y nuestras papas negras.

En El Templete, de Izda. a Dcha.: Mele, José Barrera (propietario), Javier Dárias (Chef), Dabiz Muñoz, Yaisel, Miguel Barrera (propietario) y Melania.

Hay que reconocer que el hombre se lo está currando. Un día se presenta como acreditado “skater” y se monta una exhibición en el parque frente a una sorprendida pibada, y al día siguiente por la noche se enfunda el gorro de Papá Noël y, después del de las principales calles de Santa Cruz, claro, va y enciende el espectacular alumbrado navideño de El Corte Inglés (que hay que ver). Me estoy refiriendo al alcalde chicharrero, José Manuel Bermúdez, que no para, con un nuevo “look” juvenil con el que va por ahí (con el permiso de Yurena) rompiendo corazones. En el llamado “G5” están mosqueados porque dicen que va solo a lo suyo, pero también está claro que sus posibles votos para las elecciones locales del cercano 2019, no se los van a dar ni Fernando Clavijo, ni Carlos Alonso, ni José Alberto Díaz, ni Paco Linares. Es lo que hay.

La pibada mira entre sorprendida y entusiasmada a un “skater” llamado José Manuel Bermúdez, que viene a ser su alcalde chicharrero.

Álvaro Rojas (i), Alberto Bernabé. Gustavo Sánchez, José Bermúdez, Alfonso Cabello y Manuel Marrero, en el encendido del alumbrado de Navidad de El Corte inglés.

Me dicen las buenas lenguas que nuestro Capitán General de Canarias, Pedro Galán, está cada vez más apegado a la sociedad tinerfeña y canaria, y es todo un forofo de la U.D. Granadilla-Egatesa equipo de la primera división del fútbol femenino español, que preside el incansable Sergio Batista (quien sigue sonando como posible futuro presidente de la Federación Tinerfeña de Fútbol). Pedro Galán ya ha ido a un par de partidos y se revela como “talismán” del equipo, que le ganó la pasada semana al casi todopoderoso F.C. Barcelona (para pena y sollozos de Puigdemont, allá en Bruselas). El otro día, el Jefe del Mando de Canarias, Pedro Galán, coincidió en la grada con su ayudante el coronel Antonio Comino, la consejera de Deportes del Cabildo de Tenerife, Cristo Pérez, y el alcalde granadillero, José Domingo Regalado. Y es que hay que seguir apoyando a las féminas.

De Izda. a Dcha.: Antonio Comino (coronel), Pedro Galán (Capitán General) Sergio Batista (Presidente) José Domingo Regalado (alcalde de Granadilla) y Cristo Pérez (Consejera Insular de Deportes del Cabildo de Tenerife)

Una de las responsables de la asociación “Personas por el Trato Ético a los Animales”, más conocida como PETA, por su nombre en inglés (People for the Ethical Treatment of Animals), la señora Tanja Breining, la tiene “cogida” con nuestro emblemático, Loro Parque y la tiene “meona” con nuestra popular orca Morgan. Hace unas semanas, en el equipo de Loro Parque, que lidera el empresario Wolfgang Kiessling y su hijo Chistoph, recibieron una comunicación en la que informaba de su campaña de firmas para liberar a Morgan. PETA Alemania lleva años haciendo campañas, a pesar de que saben que está sorda, que nunca se encontró a su grupo familiar y de que, probablemente, nunca recibió el aprendizaje necesario para cazar ni es capaz de usar su sonar para detectar presas. Es evidente que Morgan no puede ser liberada, y que su devolución al mar la conduciría a una lenta agonía y muerte segura.

Wolfgang Kiessling (d) junto a su hijo, Christoph Kiessling, presidente y vicepresidente, respectivamente, del Grupo Loro Parque.